El Eje Cafetero, esa región andina, cálida, montañosa y boscosa que resalta en el centro del país, destaca además de sus paisajes, aves y biodiversidad, un tesoro por descubrir de su Patrimonio Cultural: la gastronomía, un factor lleno de sabores y saberes que seducen el paladar de quien pise estas tierras.
En el departamento de Caldas particularmente, en la última década la gastronomía ha tenido una participación significativa en el mercado cultural y en especial, en el turismo, a su vez, que se destaca por tener un potencial importante con sus productos agroalimentarios y por su constante búsqueda de mejorar en calidad y ampliar la oferta con diferentes productos.
A través de la red intercultural Amigos del Francés, y con el proyecto La Ruta de la Gastronomía, la Alianza Francesa de Manizales, se dio a la tarea de descubrir las prácticas de las cocinas tradicionales de municipios de Caldas, con la participación sus sabedores, cocineros, mayores, agentes y chefs que han explorado la cocina y los sabores durante años, para ponerlo en un diálogo con los públicos francófonos.
Francia es, sin duda, un país de tradición y transmisión del saber hacer gastronómico. Gracias a ese saber francés, la gastronomía GALA fue declarada por la UNESCO Patrimonio Inmaterial Cultural de la Humanidad. “Así la gastronomía se convierte en un pretexto de compartir cultural, de innovar, intercambiar experiencias y conocimientos sobre sabores, saberes y por supuesto de cooperación internacional, más aún desde la cocina tradicional de los pueblos caldenses, los productos de la región y su relación con la cultura francesa”, como lo expresan Marcela Echeverri desde la dirección y Eloisa Castillo en la coordinación cultural respectivamente de la Alianza Francesa de Manizales.
Buscando los sabores del departamento se inició una expedición por la cocinas de los municipios de Caldas, entre ellos, La Dorada, ubicado en el Magdalena Centro, con una combinación de mariscos, carnes lácteos, tubérculos y musáceas, se destacan los principales ingredientes usados en esta región. Al sector de Victoria Real, a la Corporación Casa de la Mujer de este municipio llegó la institución binacional para compartir desde la cultura de la cocina.
“Hoy vine a Colombia, para compartir con unas mujeres en La Dorada, Caldas, que tienen un emprendimiento a partir de productos lacteosos; hoy hicimos un intercambio cultural de unas recetas francesas con productos típicos colombianos que son fáciles de encontrar y que son tiícos de la región, y siempre con la visión de tener productos lácteos en la preparación con el fin de poder compartir con los conocimientos de ellos y los míos” sostiene Maxime Beaumadier, chef francés que participó y orientó este encuentro gastronómico.
Juliana Osorio, enlace de gestión y de campo del proyecto, destaca que la cocina tradicional es un elemento esencial en relación con los procesos de arraigo cultural, los hogares que aún conservan el fogón de leña representan el símbolo de unidad y resistencia, ya que desde allí la circulación de la palabra dulce y las labores entorno al hogar conllevan a otras prácticas tradicionales en la preparación de los alimentos y la conservación de los mismos. A su vez, las cocinas que interconectan culturales juegan un papel fundamental a la hora de conectar mundos, culturas, sistemas de valores y conocimientos, trayendo cada receta consigo una historia, un origen y un propósito.
“Para nosotros fue una sorpresa en cuanto a la preparación, lo que se hizo, porque es algo que lo tenemos acá y hacer ese intercambio de hacer un plato internacional, aquí en nuestro sector, es algo maravilloso y un aprendizaje que vamos a aprovechar al máximo”, destaca Rubiela Carrillo Torres, una de las mujeres y agentes de la cocina tradicional oriunda de La Dorada, que participó en este encuentro.
La Cocina, esa hoguera que hace al hogar, hogar, esa que abraza los conocimientos transmitidos de generación en generación y da un valor profundo a la historia de un pueblo; esa que exalta las prácticas arraigadas a un territorio configurando la identidad y costumbres de una comunidad, el lugar de encuentro de las familias, de los propios y ajenos en una misma llama.
Desde la red intercultural Amigos del Francés estamos convencidos de que se puede aprender a cocinar de forma consciente y que ¨la oralidad y la práctica es la forma como se puede transmitir el conocimiento¨ buscando afianzar los vínculos de identidad, cultura, territorialidad y tradición de cada comunidad.
